La escena se inicia en la vereda de la escuela en que Jordi junto a dos compañeros van charlando de cómo llevan las materias. De repente aparece Nacho en su moto, que lo llama: “hey Jordi, espera, quiero decirte una cosa”, Jordi le pregunta “¿qué quieres?”, y Nacho le pide disculpas por la broma que le habían hecho unos días atrás, aduciendo que se habían pasado. Jordi sigue caminando, a lo que Nacho lo sigue y le dice que lo llevará en su moto, ya que son vecinos y no le cuesta nada. Jordi en ese momento mira a sus amigos con los que iba caminando, como buscando la aprobación de ellos; sin embargo, no se los ve muy conformes con la idea de que Jordi acceda a la oferta de Nacho.

     Al final Nacho lo convence y se van juntos en la moto. En ese momento, la amiga de Jordi le hace un comentario a su compañero diciendo: “Seguro se trae algo entre manos”. Cuando llegan a destino, allí Nacho invita a Jordi a su cumpleaños el sábado, logrando que Jordi acepte la invitación.

     Llega el sábado, Jordi va a la fiesta a casa de Nacho y le lleva un cd con música de regalo, entra al lugar donde hay un grupo de jóvenes, chicos y chicas, se escucha música y todos están bebiendo alcohol. Al abrir el regalo comienzan las primeras agresiones, con el primer insulto y broma de Nacho, le revela a Jordi que es otra broma y que no es su cumpleaños. Nacho le hace el comentario de que ese regalo es una mierda y lo arroja con bronca al piso. Jordi intenta irse, pero Nacho no lo deja, le dice: “Yo me iré a la mierda, pero tú no te vas de aquí”; pues lo han invitado para divertirse a sus costillas.

     Junto con David, lo sostienen y lo obligan a beber alcohol, le ponen un cigarrillo, le tiran bebida, le golpean la cabeza. Jordi intenta irse, pero Nacho y el resto no se lo permiten, lo sostienen, lo obligan a bailar con Paula, lo provocan incluyendo la chica, a lo que él reacciona violentamente y la empuja, en un intento desesperado para  irse. Ante esta reacción, el grupo se enardece más, lo vuelven a retener y otra vez comienzan las agresiones, le abren la boca, le dan bebida, mientras Nacho prepara una escopeta. Lo sostienen contra la pared y Nacho le apunta en la frente. Jordi desesperado con cara de pánico le pide perdón, entonces le baja el arma a la boca y le dice con cara de desorbitado “esta te la comes”.

     Contra la puerta se ve a Paula que trata de retroceder asustada. También se pueden ver una serie de fotos de Nacho con su padre, en todas ellas Nacho tiene la escopeta en la mano.

     Cuando todos, en silencio, piensan que va disparar porque se oye como va apretando el gatillo, dice: “es broma eh, tío es broma”. Lo siguen hostigando con la bebida, la droga y los golpes.

     Jordi llega a su casa, sale del ascensor con la mano en el estómago, el paso lento, se reclina sobre la escalera, no da más y vomita.      Aparece Bruno, su vecino, por la escalera y le dice “¿Qué pasa chaval?. Viéndote así cualquiera diría que somos de la misma familia. Yo que tu me iría al bar de la esquina a lavarme la cara, antes de ir con mami”. Luego Bruno le alcanza una toalla de papel, Jordi se limpia y finalmente entra a su casa.

     

En el living está su madre acostada en un sillón, que se quedó dormida esperándolo.  Se da cuenta del estado en que llegó su hijo, con olor a alcohol y a cigarrillo, le reprocha esto, a lo que Jordi responde, minimizando la cuestión: “Bueno solo he bebido un poco y  ya  esta, bueno... también he fumado”. La madre responde: “¿Tú bebiendo y fumando? Y él dice: “Pero si todos los chicos de mi edad lo hacen”,  su madre dice: “Pero tú no lo hacías, estoy sorprendida”, a lo que él responde: “Mamá no hagas un drama de esto”.

   

 La escena finaliza con un abrazo entre madre e hijo.